Hoy he aprendido algo muy importante y no sobre aviones precisamente.
He aprendido algo sobre mi mismo.
Por lo general soy una persona alegre y optimista, lo que me suele aportar un buen estado anímico. Afrontar los asuntos con un buen ánimo siempre ayuda y, además, se contagia. Lo tengo comprobado.
Por otro lado, hay veces que me siento distinto y las cosas cuestan el doble. Ésto es lo que ha sucedido hoy.
Llevaba dos días comiéndome el tarro para lograr unas metas concretas que me interesaba conseguir hoy.
Me decía: "Tengo que hacerlo...", "Tengo que hacerlo...", "Tengo que hacerlo...", "Tengo que hacerlo...", etc.
Al final, me he metido tanta presión que me ha salido el tiro por la culata.
La próxima vez pensaré que "Puedo hacerlo mejor" y no que "Tengo que hacerlo mejor". No tengo que meterme presión a mi mismo. De hecho, el curso ya es suficientemente exigente como para que encima me autoexija más.
Enfin...
Lección aprendida.
El martes tenemos exámen pero me voy a tomar el viernes de descanso. Lo necesito. Necesito liberarme de la tensión y volver a mi estado normal. Es clave.
Mi peor enemigo quizás sea yo mismo, pero ya me tengo calado.
He tomado medidas y sé que funcionarán. El optimismo de la frase me indica que estoy recuperando el estado de ánimo y eso es buena señal.
Ya os contaré que tal.
Por cierto, viendo los últimos posts, me he dado cuenta de que el curso me estaba absorbiendo. Casi todo lo que cuento últimamente es relacionado con el control aéreo. Tengo que aprender a desconectar mejor.
Tomo nota de todo.
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2 comentarios:
M'agraden molt les reflexions que et fas sobre tu mateix.Jo també me les aplicaré.Ets un pou de saviessa.
[ Millor no responc... ]
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