He encontrado algo interesante. Es una noticia de México donde se habla de algo que sucede en muchas ciudades, pero me ha hecho gracia la manera que tienen de contarlo y de verlo.
Os paso la noticia:
La semana pasada, Eduardo Romero Hicks, alcalde de Guanajuato (México), decidió que los "besos olímpicos" en la vía pública debían ser castigados con penas de 36 horas de prisión y 1.500 pesos (unos 83 euros) de multa.
Con lo de "olímpicos", el edil, miembro del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), se refería a "tocamientos en las partes privadas", de los que implican "desabrochar la ropa".
Algo que calificó de "obsceno" en una rueda de prensa ofrecida el pasado viernes en una calle que ni pintada para la ocasión: el callejón del Beso, estrecho paso que, según la leyenda, augura 15 años de felicidad a quienes allí unan sus labios.
Pero el lunes, ante la indignación generada entre los ciudadanos, la oposición, que ya estaba preparando una maratón de besos, e incluso su propio partido, que amenazó con expulsarle, Romero Hicks cambió de postura y de estrategia.
Derogó la orden municipal que castigaba la pasión besucona y proclamó Guanajuato "capital del beso".
Y lo hizo, por supuesto, desde el mismo callejón en el que unos días antes había denunciado la indecencia de ciertos tocamientos. Al parecer, con el ánimo de prevenir los embarazos entre las adolescentes.
"Vamos a iniciar una campaña para decir que en Guanajuato no están prohibidos los besos, para que la gente acuda a la ciudad y se demuestre que no habrá sanción a las parejas que se besen", aseguró el alcalde.
(fuente)
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