Noticias ATC: Aterriza como puedas

Según un artículo del diario "La Voz de Asturias", el régimen interno de los controladores aéreos españoles causó una situación esperpéntica.

Según el diario, el hecho de que un controlador no aceptara dinero por prolongar su jornada laboral fue motivo de controversia. Sinceramente, yo no veo ninguna controversia, pues alargar la jornada laboral de un controlador es contraproducente.

Recordemos que según el convenio laboral de los atc españoles, la jornada es corta para que los controladores no estén cansados y saquen su pruductividad máxima, respetando la seguridad ante todo.

¿Por llegar antes irías a 200km/h con tu coche? Si quieres, hazlo, pero con los aviones no se juega. La inseguridad no tiene excusa.

Los viajeros del vuelo, jugadores del Sporting de Gijón, llegaron a afirmar que el controlador no quiso trabajar más rato porque no era seguidor del equipo. Qué tontainas...

Os paso el artículo. A ver qué opinais.


El controlador aéreo de Ranón se negó a prolongar media hora su jornada para esperar la llegada del Sporting, pese a que se le ofreció una compensación económica.

A las cinco de la madrugada algunos jugadores rojiblancos no estaban aún en la cama. El regreso de Castellón fue un auténtico calvario.

En Manises el avión se retrasó, y cuando el vuelo de los aficionados ya había aterrizado en suelo del Principado, el Sporting todavía se disponía a embarcar. Futbolistas, directivos y cuerpo técnico casi no se lo podían creer cuando se les comunicaba que no aterrizarían en Asturias, sino en León.

El motivo: que el controlador aéreo de Ranón se negaba tajantemente a prolongar media hora su jornada laboral para esperar a los rojiblancos.

Y eso que el Sporting hizo todas las gestiones posibles para convencerle, ofreciéndole incluso abonarle ese tiempo extra de trabajo. Pero ni por esas.

O tenía muchas ganas de marchar, o los colores rojiblancos no tiraban. El cabreo fue mayúsculo entre los 500 aficionados que esperaban al equipo.

Algunos se animaron y recibieron a los futbolistas en Mareo, a altas horas de la madrugada.

Al menos, en León, los rojiblancos pudieron saludar a viejos amigos, como Borreguero o Irurzun, que regresaban de Alicante con la Ponferradina. Porque, en el aeropuerto de León, el controlador sí esperó.

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