jueves, 21 de mayo de 2009
El Conjuro
Acabo de llegar a casa.
Estoy llevando un ritmo fuerte, tal y como me planifiqué.
Las clases estan siendo llevaderas, pero el trabajo extra se come las tardes. Al llegar a casa sólo quiero tragar y sobar. Quiero decir: cenar y dormir.
Mañana es viernes.
Este finde huele a empollada que da gusto: mogollón de materia, exámen a la vista, etc.
Creo que será empollar, comer y dormir. No hay tiempo para más.
El viernes por la tarde me bajaré al infierno, estilo Perséfone: acostumbrad@ a ser raptad@. Tengo la misma sensación que al empezar Básicas...
Sacrifico otro fin de semana de mi juventud, pero me da igual porque el tren del Control Aéreo sólo pasa una vez y va demasiado rápido como para dormirse en los laureles.
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