lunes, 12 de mayo de 2008

Noticias ATC: La Apariencia del Control Aéreo

Eva Suárez, del diario digital "Las provincias" nos brinda éste fantástico artículo.

Es un poco exageradillo pero sirve para entender como ve la sociedad al colectivo de controladores aéreos.


Espero que os guste!

Ahí va:

Dioses del espacio aéreo dotados de nervios de acero

PROFESIONALES CON UN GRADO DE ESPECIALIZACIÓN MUY ELEVADO Y CON UN TEMPLE EJEMPLAR CONFORMAN LA ELITE DE LOS AEROPUERTOS Y CENTROS DE CONTROL AÉREO

De ellos depende todo lo que sucede en el aire y, salvo los pájaros, nadie se atreve a cuestionar sus decisiones. La elite de los aeropuertos y centros de control aéreo españoles está compuesta por tan sólo 2.300 personas. Profesionales con un elevado grado de especialización, en constante evolución tecnológica y con una capacidad de respuesta envidiable. Son los controladores de tráfico aéreo, los garantes de la seguridad y de la fluidez del tránsito de aeronaves.

En nuestro país es la entidad pública empresarial Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) quien tiene atribuidas las funciones de ordenación, dirección, explotación, conservación y administración de las instalaciones y redes de sistemas de telecomunicaciones aeronáuticas, así como las de ayudas a la navegación y del control de la circulación aérea.

Por este motivo, todo aquel que quiera ser controlador de tráfico aéreo debe hacerlo auspiciado por AENA, con la única excepción de los controladores que dependen directamente del Ministerio de Defensa.


Esta profesión necesita de personas comprometidas y con vocación, ya que el trabajo de controlador aéreo consiste en planificar, organizar, gestionar, ejecutar y supervisar los aspectos operativos relativos al control del tránsito aéreo.

El objetivo es garantizar la seguridad, el orden y la fluidez de todos los desplazamientos que se realizan con aeronaves en el espacio aéreo.
Un mínimo error, un despiste o una pequeña falta de atención podrían tener consecuencias fatales. Por eso el acceso a la profesión es arduo.

El requisito indispensable para acceder a la primera de las pruebas de ingreso a esta elite es tener tres años de formación universitaria. Esta prueba incluye un examen técnico, un test de nivel de inglés, varios psicotécnicos y una entrevista personal de carácter profesional.


Una vez finalizado este proceso hay que superar un curso de formación inicial como controlador aéreo que dura, aproximadamente, 18 meses.

Por fin, si se completan unas prácticas de tres a seis meses en un destino previamente asignado, el candidato estará habilitado para obtener la licencia definitiva de controlador y ser contratado como tal.


Condiciones económicas


No son pocos quienes intentan acce der a esta profesión y finalmente no lo consiguen. La mayoría invierte una media de tres años desde la preparación del primer examen hasta la obtención de la licencia, pero el esfuerzo merece la pena. El sueldo base supera los 42.000 euros anuales.

Médicos, abogados, ingenieros, filólogos y profesores. En este oficio los empleados provienen de mundos muy distintos, lo que aporta un valor añadido al colectivo dada su riqueza cultural. Sin ninguna discriminación, las mujeres cada vez consolidan más su presencia en los puestos de control aéreo, suponiendo el tercio del total de los profesionales españoles.

Trabajar en el control del tráfico aéreo constituye de por sí una posibilidad de desarrollo profesional, ya que los controladores pueden ejercer misiones muy dispares. No es lo mismo trabajar en torres de control que en control de aproximación, centros de control de área terminal, centros de control de ruta u organismos aeronáuticos internacionales. Además, tampoco se cobra lo mismo si se desarrolla la actividad profesional en un centro con mucha carga de trabajo que en otro.


Un oficio muy diverso


Para desarrollar su carrera, los profesionales pueden optar por un destino como el Control de Aproximación (APP), donde se vigilan con equipos de radar las aeronaves que llegan o salen del aeropuerto. Aprueban la salida de aviones, los mantienen «en espera» antes de aterrizar y desarrollan el procedimiento de aproximación.

En el Control de Aeródromo (TWR), el profesional tiene a su cargo el tráfico aéreo que evoluciona en las proximidades del aero puerto. Pero también tiene que estar atento a cualquier desplazamiento que se realice por la pista, las calles de rodaje y las áreas de ma niobra. El trabajo se rea li za en condiciones visuales y con dotación de radar en algunos aeropuertos.


Los ACC son los encargados del Control de Área. Vigilan las aeronaves que navegan por el espacio aéreo y proporcionan a los aviones la ruta por la que deben volar. Son quienes se ocupan de mantener la distancia entre las aeronaves vigilando su seguridad al tiempo que regulan y ordenan el tráfico. Tienen que tener en cuenta variables como la disponibilidad de rutas o la previsión de capacidad de los aeródromos.


Por último, desde la Organización de Afluencia del Tránsito Aéreo (AFTM) hay controladores que gestionan los flujos de tránsito aéreo para evitar la congestión en diversas zonas. Esta entidad se rige por un conjunto de medidas encaminadas a aprovechar al máximo el espacio aéreo y el trabajo se realiza en conexión entre dependencias y la central localizada en Bruselas.


De forma periódica, AENA convoca procesos de selección para el ingreso de nuevos profesionales a la plantilla actual.







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