Abriendo el melón del Control Aéreo

Hemos abierto el melón del control aéreo y la primera tajada está deliciosa. Lo que nos espera puede ser el mejor banquete académico de mi vida. Ñam!

Tras los nervios del primer examen , la promoción 29 ha encarado nuevos temas y aspectos del mundo del control aéreo.

Las notas pausaron la tensión, pero nos hemos retensado en un plis. Afrontamos los nuevos retos con ansia de aprender. Algunos parecemos ninfómanas del aire: Cómo me gusta! más!más!

Hicimos "la aeronave" y ahora estamos con "la preparación del vuelo". Tenemos meteorología, cartografía, aeródromos, etc. Nos regalan mapas y nos lo explican tan bien que todo entra lubricado.

Cuando te explican las cosas, te concentras tanto que te pones en la piel del controlador y la elección de destino, por momentos, parece que carezca de importancia. Lo importante es llegar a controlar, porque el mundo del control aéreo es precioso.

Me acuerdo de cuando jugaba a Ivao y no me enteraba de los mapas. Es bonito aprender cosas que te gustan, pero con pasión, el placer es superior.

La concentración del curso me aleja de todo. Es al salir de clase, que un sentimiento de autorrealización te invade y te sientes afortunado de estar viviendo esto. No es un sueño, es real.

Cierto es que el ritmo es alto y nos meten los conocimientos con embudo, pero nuestra motivación e interés es tal que podemos con todo. Para "poder con todo" nos preparan. Tienen mano izquierda y deben ser zurdos.

Ya nos llegarán los palos, pero de momento estamos todos muy felices y a muchos nos brillan los ojos de ilusión.

Estoy deseando volver a clase. ¿Cuándo un estudiante ha pensado así? Es un sentimiento que tenía olvidado.

Mañana liquidaremos meteorología.

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