sábado, 29 de noviembre de 2008

La Mamada Criminal


No me lo puedo creer.

Os quiero pasar una noticia de mano de La Vanguardia:

Cuando tenía 17 años, Wendy Whitaker, le practicó una felación a un compañero de clase que iba a cumplir los 16.


El Estado de Georgia le hizo pagar el "crimen" y, además, la incluyó en el registro de agresores sexuales, con lo que, incluso ahora, con 29 años, su acción sigue persiguiéndola.


Un juez ha decretado que tiene que dejar su casa a finales de mes porque no cumple con la ley que impide que una persona con antecedentes por agresión sexual resida a menos de 300 metros de cualquier sitio donde haya niños.



En el 2006, su marido y ella compraron una casa en Harlem, a las afueras de Augusta (Georgia), para estar seguros de que no infringían esta ley. Pero no se percataron de que tenían cerca una iglesia que opera como guardería.



Así que, ahora, a pesar de todos los recursos presentados, tienen que mudarse.


De nada le ha servido a Whitaker argumentar que la citada ley contempla excepciones para los agresores que compraron su casa antes de julio de 2006. Los papeles son los papeles. Y su escritura se firmó en el 2007.



"Estoy en un constante estado de estrés porque nunca sé lo que va a pasar con mi casa y mi familia", declaró la mujer hace unos días a los medios locales. "Sé que lo que hice estaba mal, pero cometí un error. Tenía 17 años", insistió.



De hecho, según la última versión de la mencionada ley, Whitaker ni siquiera debería figurar en el registro de agresores sexuales.


Georgia reformó el texto después del caso de Genarlow Wilson, de considerable repercusión mediática, que en 2005 fue encarcelado dos años por haber practicado sexo oral con una joven de 15 años cuando él tenía 17.



El problema de Whitaker es que esta reforma no tiene carácter retroactivo. Así que, formalmente, la mujer sigue siendo una delincuente y es muy probable que no pueda pasar la tradicional fiesta de Acción de Gracias en su casa.




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