Hoy el juez que investiga el accidente de Spanair de éste verano, tomará declaración a los controladores aéreos.
Los diferentes medios interpretan la noticia de modos variados.
Esuchemos a "Europa Press" y al "Diario de Burgos":
Europa Press:
Seis controladores aéreos de la Torre de Control del aeropuerto de Barajas que estaban de servicio el pasado 20 de agosto testificarán hoy ante el juez Juan Javier Pérez para detallarle la conversación que mantuvieron con el comandante Antonio García Luna momentos antes de que el MD-82 se estrellase en una zona boscosa próxima a la pista 36L de la Terminal 4.
La Torre de Control autorizó a las 13.25 horas el despegue del avión JK-5022, pero el piloto decidió abortar la maniobra por un problema de calentamiento en la sonda que mide la temperatura exterior (RAT).
El aparato regresó al hangar para la reparación de la avería que resultó aislada por los técnicos imputados para poder despachar el avión, con el visto bueno de la cabina.
Antes de iniciar el segundo rodaje, los controladores de la Torre preguntaron al piloto si estaba listo para despegar, a lo que éste respondió de modo afirmativo.
En ese momento, Luna no comunicó que hubiera algún problema a cuenta de la avería en el RAT. Así, los controladores aéreos autorizaron a las 14.23 horas el segundo despegue. A los dos minutos, se produjo el siniestro.
La enorme columna de humo que provocó el accidente alertó a la Torre de Control de que algo había pasado.
Entonces, los controladores avisaron al servicio de extinción de incendios de Barajas y al centro de gestión aeroportuaria.
Una vez en el lugar, los bomberos confirmaron el accidente aéreo e iniciaron las primeras tareas de rescate, con ayuda incluso de particulares que se encontraban próximos al lugar.
Debido a la falta de visión de la Torre sobre la zona donde se produjo el siniestro, los controladores aéreos no pudieron dirigir de la manera más correcta el protocolo de emergencias.
De hecho, los particulares que divisaron el impacto del MD-82 desde la carretera realizaron las primeras llamadas que recibió el Servicio de Emergencias 112. Entonces, AENA activó el plan de emergencias oficial.
Diario de Burgos:
La investigación judicial por la tragedia del pasado 20 de agosto en Barajas se ha convertido en una especie de sálvese quien pueda en el que todos los implicados intentan escurrir el bulto y buscar una propicia cabeza de turco en el comandante del MD-82 de Spanair, que falleció en el accidente.
Después de que la propia compañía aérea y los técnicos de mantenimiento intentaran lavarse las manos ante el juez con el argumento de que los pilotos son quienes tienen la última palabra a la hora de decidir todo lo que pasa en un avión, ayer los controladores aéreos del aeropuerto madrileño que estaban de servicio en el momento en que el siniestro acabó con la vida de 154 personas siguieron idéntica táctica y declararon que el comandante de la aeronave les comunicó que estaba todo preparado para comenzar el despegue con normalidad.
Así lo han manifestado los seis profesionales que testificaron ante el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, Javier Pérez, encargado de instruir el proceso.
Según relataron, el vuelo con destino a Gran Canaria tenía la salida programada a las 13,00 horas, y a las 13,10 inició el rodaje desde la pasarela en la que estaba ubicado hacia la cabecera de despegue de la pista 36 izquierda.
Pero, a las 13,25 horas, después de que la torre de control autorizara la maniobra, el piloto detectó la avería en el sensor que mide la temperatura exterior (RAT) y optó por regresar.
Entonces, varios mecánicos -que están imputados por homicidio imprudente- revisaron el mencionado aparato y desactivaron el fusible que lo controla, porque, según su criterio profesional, no afectaba a la configuración del vuelo ni a su seguridad.
Aparentemente subsanada la irregularidad, la torre de control autorizó el nuevo despegue desde la misma pista (la 36 izquierda) a las 14,23 horas, después de que el piloto diera su visto bueno. Dos minutos más tarde se producía el trágico accidente.
Según indicaron fuentes judiciales, del sexteto de declarantes solo uno manifestó ayer haber visto el inicio de la carrera del avión cuando se disponía a despegar, mientras que el resto señaló no haber observado «nada» de las evoluciones de la aeronave siniestrada.
Otra de las controversias a las que han tenido que responder ante el magistrado es su posible responsabilidad en el retraso de la puesta en marcha de las labores de rescate.
De hecho, los abogados de la acusación les han preguntado por qué no cortaron el tráfico aéreo en las pistas, una circunstancia que obligó a los Servicios de Emergencias a rodear el perímetro del aeropuerto para acceder al escenario de la catástrofe, lo que retrasó varios minutos su intervención.
Para justificar su conducta, los seis controladores aéreos aseguraron que no depende de ellos la activación del plan de emergencias y recalcaron que la torre avisó al Centro de Gestión Aeroportuario tan solo un minuto después de producirse el siniestro.
A partir de entonces, dijeron, fue AENA quien activó el Plan de Rescate y sobre quien recae la responsabilidad.
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