Mi Faustino:
Me parece que no lo he comentado en el blog, pero tengo un perrito que quiero infinitamente.
Se llama Faustino y es el de la foto.
Es mediano y pesa unos 28 kgs. Similar a un husky. Es un perro de tiro, astuto, elegante, veloz, fuerte, resistente y cariñoso. Reservado pero amigable.
Hemos pasado por muchas cosas juntos y vale un imperio. Ha demostrado tener fuerza para tirar un hombre adulto o acelerar una carretilla con un niño encima. Además posee capacidad para detectar algunos narcóticos. No ladra ni vale como guardián.
Es una mezcla de perros del norte así que no sé de qué raza es. Me da igual, porque para mi es el más bonito del mundo y le quiero incondicionalmente.
Va a cumplir 10 años y está malito e inmunodeficiente porque tiene la maldita leishmania desde hace 3 años. Es una enfermedad que se mete en la sangre, ataca a los órganos y no tiene cura.
Estos días, mientras espero la carta del CIMA estoy bastante ocioso y aprovecho para estar con él, darle largos paseos y llevarle a correr, que le encanta y lo necesita a diario.
Está en muy buena forma y lo considero un perro alegre, dinámico, vivo y enérgico. Me aporta felicidad día a día, año a año. Abrazarle me da paz y cariño.
Gran Susto:
Superficialmente está bien y los análisis periódicos lo confirman. Sin embargo, ésta madrugada me ha dado un susto muy grande y casi me echo a llorar.
He pasado una noche horrible, llena de pena. Hacía años que no me sentía tan mal.
A la una de la madrugada el perro se ha desmoronado. Estaba de pie y se ha caído hacia atrás de repente. Se ha ido arrastrando hacia atrás, con las 'manitas' en la cabeza. Tristísimo. Le temblaba todo el cuerpo y tenía las extremidades agarrotadas. Me miraba con una carita el pobre...
Le abrazé y estuve con él todo el rato. La novia me decía que me separara por si acaso, pero no accedí. Él estaba asustado pero yo más. No me salían las lágrimas de milagro.
Con pavor, he llamado al veterinario de urgencias 24h y me ha comentado que lo acontecido no tiene que ver con la leishmaniosis, sinó que se trata de un ataque de epilepsia canina.
A los 3 minutos se levantó e iba cojo. Al cabo de pocos minutos ya andaba bien y el tío estaba tan pancho como si nada. Hoy no parece arrastrar secuela alguna.
Esto ha sido un aviso pero tengo que tomar cartas en el asunto. Nunca había tenido un ataque epiléptico y estoy desorientado. Voy más perdido que la Preysler en el Carrefour.
La Reacción:
El martes iré a nuestro veterinario para que le mire, pero mientrastanto he hecho un estudio sobre el caso.
Esta noche he visitado foros y leído artículos sin parar, pero la información no suele ser generalizable y los artículos técnicos tienen mucha paja que no me interesaba.
Tomé un artículo de un neurólogo dedicado a la crianza de perros y he trabajado sobre ello. Espero que el esfuerzo de síntesis sirva a algún dueño que pase por momentos similares:
Visité http://www.cash.org.ar/salud.htm ,y he seleccionado extractos. Los he usado para sacar conclusiones para mi caso. El artículo completo lo podeis leer pinchando en el link anterior.
A continuación teneis los extractos y las conclusiones.
Extractos:
- Soy un neurólogo de humanos
- un sin número de razas que están constantemente lidiando con la epilepsia como una condición heredada (Setters Irlandeses, English Springer Spaniels, Huskies Siberianos, etc.)
- frecuentemente es fácil descubrir o identificar los perros portadores, o por lo menos predecir cuál o cuáles podrían llegar a serlo
- Las convulsiones pueden tener diferentes maneras de presentarse en un mismo animal; y la convulsión casi siempre es un estereotipo (siempre de la misma forma, de episodio en episodio).
- Esto puede presentarse como un período corto de confusión o ausencia mental (que puede durar entre 15 y 30 segundos), sin una real pérdida de la conciencia
- Las convulsiones se dividen en aquéllas que afectan un área focal del cerebro (convulsiones parciales) y en otras que afectan el cerebro entero (convulsiones generalizadas).
- Las convulsiones generalizadas se experimentan más comúnmente como espasmos repetidos y rítmicos de todas las extremidades, precedidas por un endurecimiento repentino de todo el cuerpo, y donde los ojos se quedan en blanco, yéndose hacia atrás -como sumiéndose en la cabeza. Este tipo de convulsiones usualmente tienen -posteriormente- una fase (la cual puede durar cualquier cantidad diferente de tiempo de caso en caso), en la que el animal no puede levantarse del piso.
- Las convulsiones generalizadas pueden ser hereditarias o causadas por enfermedades como la diabetes, enfermedades del hígado, etc.
- Las convulsiones o epilepsia parcial son variables en expresión dependiendo del área del cerebro involucrada.
- La epilepsia parcial o convulsiones parciales (pequeño mal) no mantiene al animal botado en el piso por tanto tiempo, sin poderse poner en pie. Es más, la mayor parte de las veces no caen al piso.
- Falta de sueño, hipoglucemia, deshidratación, y las correspondientes anormalidades en la vida de muchos animales, pueden causar que uno de ellos -o varios- sufran de ataques y esto no debería tomarse como que "el animal sea epiléptico
- Durante un ataque, los animales no perciben, o por lo menos no recuerdan ni señales de dolor ni temor. El ataque epiléptico o convulsión es muchísimo más traumático para los observadores que para el animal que lo está sufriendo.
- Todo lo que deben hacer los propietarios u observadores de un ataque epiléptico es proteger al animal de hacerse daño (caer al agua, ser atropellado por algo, tropezarse con algún objeto pesado, etc.). Pueden estar seguros que el animal no sufre durante el episodio; es el humano el que parece traumarse.
- En cuanto a la calidad de vida de animales epilépticos, hay otro mito que descartar: ellos no son infelices ni viven con temor o descontento. Es muy común que los animales que padezcan de estos ataques vivan largas vidas y muy productivas por cierto; lo único que padecerán será de episodios ocasionales o atípicos, dichos animales van a ser bien cuidados o muy queridos por sus familias humanas. Ellos pueden vivir tranquilamente en compañía de las mismas.
- La hipoglucemia es una razón común de muchos ataques. No es poco común en cachorros de las razas el presentar ataques o convulsiones por esta razón. Se ha conocido un historial clínico de ataques por hipoglucemia que se relaciona con horas prolongadas de ejercicio que se atribuyen a una falla de almacenamiento de glicógenos en el hígado.
- Neoplasmas en el páncreas también puede causar hipoglucemia y comúnmente ocurrir antes de las comidas regulares del día, cuando los niveles de azúcar están más bajos
- La deshidratación y otras anormalidades en los electrolitos son secundarias a desórdenes intestinales, y obviamente son síntomas clínicos, pero no deben descartarse como causas de los ataques.
- Condiciones hipocalcémicas asociadas con los partos, enfermedades renales crónicas, o desórdenes de la tiroides, pueden surgir y provocar ataques o convulsiones
- Si una causa de epilepsia adquirida no puede comprobarse, debe entonces asumirse que la epilepsia es hereditaria.
- El cruzar o no cruzar estos perros ya es una cuestión de ética personal. Yo sólo he expresado mis pensamientos y mi forma de actuar sobre mi propia crianza.
Conclusiones:
- Entiendo que ha sido un ataque epiléptico y que los huskys a menudo lo heredan.
- Si no lo había visto antes, no es epilepsia heredada sinó adquirida.
- Pienso que la insuficiencia en hígado, riñón y páncreas causada por los ataques a los órganos por parte de la Leishmania, podría haberle causado hipoglucemia, o “Bajón de azúcar”. Sin embargo, el perro hace 3 años que tiene Leishmania y se ha mostrado resistente superficialmente y en los análisis. Luego, no creo en el factor hipoglucémico adquirido por mal rendimiento o niveles críticos. El perro se encuentra físicamente magnífico, alegre, enérgico y con los citados órganos en perfecto estado. Descarto Leishmania como causa.
- La deshidratación puede haber influido. Hoy ha llovido y había temperaturas de 5ºC. El tener el balcón cerrado algunas horas por el frío y la lluvia quizá ha hecho que no accediera al agua tanto como de costumbre.
- Descarto la falta de sueño como causa del ataque, pues duerme bien y lleva una vida sin estrés aparente.
- Quisiera descartar que el animal sea epiléptico. Ha sido un episodio aislado, pero quiero asegurarme de que no se repita por lo mal que lo hemos pasado todos.
- Una rutina puede ayudar a reducir el riesgo de ataque.
- La edad puede tener algo que ver.
- El martes me lo llevo al veterinario.
God save the Queen y a mi Faustino también, por favor. Si hace falta le pongo una velita a la Moreneta.
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